La Comunicación Oral
La Comunicación Oral
Hemos llegado, queridos alumnos, al proceso comunicativo por excelencia. Se produce de manera presencial, directa, inmediata, rápida y completa, puesto que la retroalimentación se produce simultáneamente y, en consecuencia, de no ser entendido el mensaje, el emisor puede interpretarlo y readaptarlo a las exigencias del receptor, hasta que definitivamente sea asimilado y comprendido, apoyándose incluso, para facilitar la tarea, en el lenguaje gestual, al que aludiré mas adelante.
Consiste, como ya habéis comprendido en la transmisión de un mensaje por medio de la palabra hablada, siendo el canal un lenguaje común de los participantes en el proceso.
- Elementos
Vamos a analizar los elementos que ya conocemos, aplicados a un ámbito concreto, nuestra aula.
Nosotros en este mismo momento estamos participando de un proceso comunicativo que consta de (lo voy dibujando en la pizarra.).
FUENTE-------------- en este caso soy yo.
MENSAJE------------ quiero que conozcáis la necesidad de comunicarnos oralmente.
CANAL--------------- la lengua española, que vosotros y yo conocemos perfectamente.
RECEPTORES------ sois vosotros, los alumnos.
RETROALIMENTACIÓN----- cuando yo os transmite este mensaje, una vez escuchado por vosotros, me haréis preguntas para que yo aclare las dudas que os hayan surgido, hasta que finalmente os oiga decir "lo hemos comprendido profesor".
Cualidades
- Dicción: hablar bien. Colocar los órganos de manera adecuada para pronunciar perfectamente cada sílaba y cada palabra, de manera que nos entienda.
- Naturalidad: implica evitar soniquetes y redichos (por ejemplo, pronunciar excesivamente b, v, y, ll). Consiste en decir, y ser bien entendido por quien escucha.
- Entonación: modulación de la voz, que provoca actitudes distintas, aún con ls mismas frases. A estas distinta entonación se le llama valor fonológico y puede ser ascendente, descendente u horizontal, según que el tono suba, baje o se mantenga estable.
- Retórica: es el arte de bien decir, o de dar al lenguaje la eficacia necesaria para deleitar, persuadir o conmover.
Polisindeton: empleo repetitivo de conjunciones para dar energía a la expresión de los conceptos: lo vi y lo besé y lo abracé y le dije cuanto lo amaba.
Asindeton: omisión de conjunciones para conseguir el mismo efecto anterior: llegué, vi, vencí.
Pleonasmo: repetición de palabras o ideas, no necesaria, que significa lo mismo: lo he visto con mis propios ojos.
Hipérbole: ponderación exagerada: te lo he dicho un millón de veces.
Ironía: introducir un contenido burlesco en un enunciado caracterizado por su aparente seriedad: ¡Qué triste están los niños, míralos!
1. La Oratoria
Es el arte de convencer por medio de un discurso, memorizado o leído, a través de su contenido, entonación y acentuación oportuna.
Las ciencias del lenguaje ofrecen técnicas de entonación, respiración y modelos de discurso porque es algo que se puede aprender, partiendo del carisma del emisor, y siendo decisiva también la gesticulación, en especial la fuerza expresiva de la mirada.
En efecto, a hablar se aprende hablando, como a nadar se aprende nadando. En suma y siguiendo el hilo conductor de este trabajo, podemos definirla como: la mejor manera en que el emisor transmite un mensaje con el canal adecuado para que produzca en el receptor el efecto deseado.
2. Breve Historia
Podemos cifrar su origen en la filosofía griega, aunque ya se conocía la importancia del hablar acertado.
De uno de los oradores mas brillantes, Isocrátes, se cuenta una curiosa anécdota: un joven fue a su escuela para aprender hablar. Él le pidió el doble de horarios que a los demás. ante la pregunta airada del joven ¿por qué?, Isocrátes tranouilamente le respondió: "porque además de enseñarte hablar, también tengo que enseñarte a cerrar la boca".
Platón expresa en su obra "Diálogos" que el mejor soporte para un buen orador es una actitud ética y moral recta.
Demóstenes llegó a ser un buen orador mediante un duro entretenimiento para corregir sus deficiencias en pronunciación y entonación (ceceo, voz quebrada), disminuyendo el miedo que le producía un auditorio: se metía un canto rodado en la boca y lograba que su voz se elevara sobre el ruido producido por el estrepitoso embate de las olas.
Fueron los antiguos los que señalaron las cinco pautas básicas que un orador, emisor de un mesaje, debe tener en cuenta: recopilación de material, estructuración del mensaje, formulación, memorización y pronunciación.
El saber griego se fue extendiendo a los romanos, destacando, entre otros Marcos Tulio Cicerón que nos dice: "dos son las cosas que conceden al hombre el mayor de los prestigios: sus dotes para la guerra y sus dotes como orador".
En la edad media las escuelas monarcales imprimieron su sello al arte de la oratoria, pues la palabra debía contribuir eficazmente a la prolongación des cristianismo.
La Revolución Francesa vio nacer oradores como Danton o Napoleón I y durante la Revolución Rusa sobresalieron Lenin o Stanlin, que con sus discursos vibrantes enfervorizaban al pueblo.
3. Requisitos para un buen Orador
a) Dominio de la materia: conoce el tema, la estructura y a los oyentes.
b) Facilidad de palabras: sabe expresarse, tiene amplio vocabulario y conoce refranes.
c) Poder de convicción: motiva y despierta interés.
como veis, he hecho referencia a las palabras, el vocabulario y los refranes, luego estos son muy útiles para ampliar nuestra capacidad de expresión, yo voy a decir la mitad de un refrán y vosotros contestaréis rápido cual es la segunda mitad:
La letra con... sangre entera.
Tanto va el cántaro a la fuente... que al final se rompe.
Más vale pájaro en mano... que ciento volando.
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